Lucía Blaksley se parece a su padre, Enrique, un poco en el tono de su piel, como semi-bronceado, también un poco en la boca, en la forma angosta de los ojos. De 31 años de edad, vestida en un jardinero de jean y una camisita escocesa atada a la cintura, Lucía llega pisando fuerte con sandalias de goma blanca con plataformas a la antesala a la alcaldía de presos en la planta baja de los tribunales de Comodoro Py
"Ojalá que seas feliz el resto de tu vida", finaliza. Le recuerdo que no soy quien esposó a su padre y lo cargó al asiento trasero de un patrullero de la Policía de la Ciudad, ni el que ordenó su arresto, que soy un periodista.
Lucía Blaksley habla también del "daño" en su "familia" que causaría la difusión de noticias sobre la causa Hope Funds. Quizás no tiene en mente las imputaciones en contra de su padre y más de diez asociados, incluidos sus tíos, Juan Pablo y Francisco Blaksley, llamados a indagatoria. La Justicia federal estima al menos 2200 damnificados de Hope Funds en base a presentaciones hechas en la Justicia comercial...” (ver nota)
https://www.infobae.com/sociedad/policiales/2018/04/11/la-trastienda-de-la-indagatoria-al-principal-acusado-de-la-mayor-estafa-de-la-historia-argentina-y-un-tenso-encuentro-con-su-hija/